lunes, 31 de diciembre de 2007

Cenas y mandarinas

Me salto el día 29, volveré a el cuando decida que fotos poner para
ilustrar lo acaecido. Resumiendo: fue bien, fue divertido, el alcohol
corrió como pocas veces y la mayoría de la gente estoy convencido le
pondría una nota alta a la cena. Esperemos que los que no se la
pusieran puedan hacerlo el año que viene.

Por mi parte, ahora tengo un Papá Noel que hace el conejito, jijiji.
Grandeeeeee!.

Nos sobró pasar por la sala Sol, pero bueno, de los errores se aprende.

El caso es que para el día 30 queríamos hacer una especie de día
tonto, pero al final quedó algo más extraño de lo esperado. Primero,
porque a la hora de la comida al final solo fui yo ( espero que los
motivos que hicieron que no pudiera venir el otro citado mejoren ).
Volver a casa no era opción, especialmente ayer, así que teniendo dos
exposiciones pendientes la cosa parecía resuelta. Primer intento en el
Prado. Error grande. Domingo por la tarde, gratis, la cola llega hasta
más allá de donde alcanza la vista. Así que está claro que hay que ir
donde haya que pagar, al Thyssen. Nunca falla, mucha menos gente para
ver a Durero. En el 90% de los cuadros, me quedaba delante, mirando
algún detallito para finalmente retirarme diciendo: "acojonante". Qué
bárbaros.

Estando ya ahí, llamé al arquitecto, y nos fuimos a comenzar el plan
original: pacharán tras pacharán. Cuatro cayeron por cada gaznate
mientras discutíamos de lo divino y de lo humano. Más de lo humano,
sin duda. 8 pacharanes, 13.5 euros, o algo así. Flipante. No creo que
sea la última vez que pasemos por ese bar. Copas a 3.5 euros.

En ese punto ya se nos unieron JMC y señora ( pondría siglas en vez de
señora de , pero no recuerdo como la llama ECM, argh!!!!! ) y nos
fuimos a visitar Mundo Fantástico, clásico sex shop gigante de Madrid.
Flipantes algunos artículos, sin duda. Especialmente llamativos
siempre los consoladores gigantescos. A destacar algún juego de mesa,
especialmente uno que indicaba en las instrucciones: "se recomienda
cuidar la higiene antes, durante y después del juego". No me imagino
el trivial diciendo estos detalles. Claro que el trivial no tiene el
término "Anal" en el título.

Después de eso, parada para comprar en unos chinos gigantescos. Estos
nos invaden antes de que nos enteremos. Como nos sobraba tiempo, más
pacharanes. Cambié uno por un chocolate con una napolitana del 2006,
de gran solera. Se nos unió en este punto mr LV, así que ya éramos
cinco.

Plaza Mayor, a escuchar cantar a IIG. Allí estaba con sus compañeros
de coro, y hay que reconocer que lo hacían bien. Más gente se nos
unió, que será por ganas de fiesta. mr P con CGdR y dos ingleses que
hablaban poco, IMM y señora, que le regañó repetidas veces por
habernos hecho chupetones el día 29 ( el primero que me llevo en mi
vida, y me lo hace un tipo barbudo, que vida esta ). También Ch
apareció por la zona.

Cena en el rey de tallarines y luego, a las preuvas. Siguiendo la
tradición instaurada el año pasado por Ch ( según cuentan las leyendas
), mandarinas para todos. La mía fue un desastre de pelar, y acabé con
una masa informe de gajos destrozados en la mano. Debían ir a juego
con el año saliente. Había tres buenos, ¿ serían febrero, marzo y
abril? Esperemos que no fueran indicativos del 2008, que va a ser buen
año, pardiez. Por cierto, las campanadas no se oyen absolutamente
nada, un timo. Besos, abrazos, sidra, un batido de vainilla y
serpentinas fueron nuestra celebración de preaño. Estuvo bien, sí. Y
esperemos que se cumplan todos nuestros deseos!

Como anécdota, mr V inventose una nueva ley, que dice tal que así: "el
botellón es ilegal si y solo si se realiza de forma estática y en
grupos de más de tres personas" ( y si tiene reborde, claro).

Feliz año nuevo para todos, yo ahora moriré en la San Silvestre!
Recordad que os quiero!

1 comentario:

Mr. V dijo...

La ley que dicté no decía botellón, decía 'beber en la calle es ilegal si se realiza de forma estática y en grupos de más de tres personas'.
Y dicho sea de paso, fue ampliamente discutida en una noche de borrachera con unos policías -que veían a echarnos de donde estábamso bebiendo- que acabaron dándonos la razón y amenazándonos al instante que por botellón no, pero que por manifestación ilegal si que podían encalomarnos -es lo que tiene hacer botellón en el monumento a la constitución-, momento en el cual achantamos y nos fuimos.