miércoles, 26 de diciembre de 2007

Día de Navidad

Otra Navidad pasada, otra que no volverá.

Empezamos la Navidad como siempre en la misa del gallo del colegio,
tradición ancestral que cada año va cambiando, y en la que se puede
ver como los hermanos del colegio van envejeciendo, alguno a marchas
forzadas, otros manteniéndose igual que hace diez años. Hay cambios,
sí, ahora la cámara con la que sacan las fotos es digital, y ya no hay
niños que hagan de pastores ni de sagrada familia, ahora era una
especie de vidriera. Pero la esencia sigue siendo la misma. Bueno,
también pusieron velas en el suelo, que pateé accidentalmente y me
llené de cera mi bota. Fui el más torpe, con diferencia.

Por suerte, apagué el móvil al entrar, porque a las 00:12 me enviaron
un sms, que la verdad, cuando lo vi, lo consideré mi primer regalo de
Navidad del año. Hay gente que sabe comunicar energía y alegría en los
míseros caracteres disponibles que hay en esos mensajitos. Gracias!
Después de la misa, vamos siempre a casa de unos amigos a tomar una
copa, algo de turrón y tener eternas discusiones sobre el bien, el mal
o cualquier menudencia que se nos ocurra. Discusiones que suponen
llegar a las cuatro de la mañana a casa, recoger los restos de la cena
y dormir.

Dormir para soñar! Sueño raro, raro, con un barco, murciélagos
gigantes, anillos de boda, tripulación que iba muriendo... Diría que
una pesadilla, pero parecía el guión de una peli de Hollywood de mucho
éxito. Y no me he despertado agobiado, sino pensando que es una
lástima que se olviden estas cosas. Estoy convencido de que mi mente
podría escribir brillantes guiones si alguien fuera capaz de leer lo
que sucede dentro de ella por la noche. Claro, que a lo mejor
despierto todo carece de sentido.

Dormir para despertar con los regalos! Lo digo con una admiración,
pero en mi casa los regalos son bastante poco sorpresivos. Mi regalo
básico era el guitar hero III para wii, que funciona y de qué manera.
Dentro de poco os daré conciertos, lo vereis. Lo compré yo, así que no
es que haya exclamado nada al verlo. Eso, junto al último libro de
Reverte y dinero han sido mis regalos.

Mi madre se ha comprado una tonelada de libros para ella, a los que
hay que añadir uno de Almudena Grandes regalado por mi. Hoy ha sido un
mal día para descubrir que mi madre la odia a muerte y que se niega a
leer nada suyo. Digamos que le he regalado el libro de Ken Follet que
sale el día 28. Qué lamentable. A mi padre le he regalado un libro de
cocina para dummies, que confío en que vaya leyendo y así vaya
mejorando sus habilidades en la cocina, aunque dudo que lo haga,
claro. Lo ideal sería que hiciera el curso de cocina que hice yo, pero
se niega a ir solo.

Después de eso, comida con mis tíos. Excelente cordero y excelente
todo, para qué destacar algo. Se nota que les gusta el buen yantar. He
probado la playstation 3 de mi primo ( estaba seguro que ya la
tendría, pero segurísimo) y la atracción del día, claro, era el hijo
de mi prima, que ya tiene añito y algo. Hay que reconocer que el
chaval está guapo y simpático. Durante breves momentos, he tenido esos
preciosos pensamientos de lo que me queda antes de poder tener uno de
esos. Desechar esas ideas, y tirar palante, que no queda otra.

Más mensajes recibidos antes y después de la comida. Algunos
graciosos, otros personales. Solo respondo a los personales, que si no
me arruino ( gracias de nuevo por ellos, claro). Por cierto, que me ha
llegado ayer uno de un número que no tengo en la agenda. Si alguien me
ha mandado un sms el día 24 y no le he respondido, que me mande un
correo, porque no tengo su móvil en la agenda. Y gracias por el sms,
claro.

Volver a casa a jugar con el Guitar Hero III. Mola. Mi padre es
bastante torpe con el juego, lo que me hace pensar q a lo mejor soy
bueno. Mentira grande.

Eso sí, he seguido con mi proceso de limpieza. He tirado todos mis
casettes a la basura. Bueno, casi todos. Así que otra balda vacía
lista para llenarse de libros. Otra página cerrada del pasado, esta
tecnológica. Me he hecho una lista con los discos que he perdido, para
volver a conseguirlos. Había algunos míticos. Algunos llenos de
recuerdos. Y algunos que ni me he apuntado, que valen como pecadillos
de juventud, y poco más.

Mañana seguimos, en lo que va a ser el último día tranquilo del año.
Empieza a arrancar la montaña rusa de los últimos días!

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