sábado, 10 de noviembre de 2007

Miércoles, jueves y viernes

Se me acumulan los días que contar, lo que implica meter brevedad en jornadas que podrían haber dado lugar a varios posts cada una, sí.

Recurriremos al orden cronológico, que parece buena forma de ordenar las ideas. El miércoles por la mañana me contaron un asuntillo que hizo que me sintiera totalmente sobrepasado de nuevo. Este año cada vez da vueltas más extrañas. Cuando creo que ya nada va a poder sorprenderme, zas! en toda la boca! Chicos, necesitamos algo de tranquilidad todos, pararnos y pensar las cosas, en serio. Que vamos a acabar desquiciados.
Por suerte, ese mismo día por la tarde, y gracias a una suerte de eventos totalmente fortuitos, me dieron un paseillo que me cargó algo las pilas, paseo desconectado de todo lo cercano, de mandar la mente a otras áreas, a otros pasajes. Paseo que me ayudó a desconectar algo, sin duda. Además, luego en el Victoria y posteriormente en La Ópera, entre pimientos del padrón que picaban como demonios rabiosos, pacharanes con coca cola y discusiones de borrachos, conseguí evadirme de las preocupaciones de nuevo y disfrutar como un enano. Qué grandes son algunas noches y que gusto da irse a la cama a las 4:30 aún sabiendo que tienes que despertarte tres horas después.

Así que con las pilas algo más cargadas llegué al jueves, donde una llamada por la mañana que no esperaba ( y con mucha historia por detrás ) hizo que el día tuviera mucha incertidumbre. Al final yo creo que no salió mal, aunque no debiera haber tenido que hacer falta un día como ese. Espero que no vuelva a ser necesario, como también espero que la gente no diga cosas sobre temas que desconoce, ni genere líos por detrás. Que ya nos vale a todos.

El viernes empezó con fútbol amistoso y de escaso nivel. ECM y yo dimos muestras de nuestra inexistente calidad durante todo momento. Aunque debo decir que ECM se desmarca infinitamente bien, aún cuando es el portero.

Por la tarde, error mío con alguien con quien no quiero tener errores. Arreglado, pero me sienta mal cometer algunos fallos. Confiar en alguien implica CONFIAR. Sorry. Aunque estoy convencido de que mi error me ha acabado doliendo más a mi. Ya en la tarde noche, hemos ido a un café y té, de forma breve. He conocido a una mujer de la que me habían hablado mucho, pero aún no había tenido la ocasión de encontrar. Parece tal y como me la habían pintado. Después del café, nos hemos ido a una tetería árabe. Como el arquitecto estaba fastidiado del estómago, se ha quedado en casa. Así que inicialmente me he visto solo con dos mujeres, lo que no está mal. Así que he hecho lo que todo buen hombre haría en estos casos, pedir cosas para comer y ponerme hasta arriba. Luego han llegado mr V y mr G, y digamos que la noche ha cambiado un poquillo. Pero es que la presencia y los comentarios mr G cambian cualquier plan. Increible como le ha tirado los trastos a la camarera.

Y con esto acaba el relato de estos días, intensos los primeros, más tranquilo el viernes. Quiero días tranquilos, descansar y no tener que preocuparme por nada, solo pensar en cosas bonitas. Buscar un césped o una playa donde tirarse, y no salir de allí hasta notar que todo está de nuevo bien. Curremonoslo para que sea posible, please.

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