La blogosfera me ha recordado el entrañable día que es hoy para los estadounidenses. ¿Me pongo en plan americano a dar las gracias a todos aquellos a los que tengo que algo que agradecer este año? Acabaría con cincuenta personas, mínimo. Intentaré no pasar de quince, veinte, lo que implica que alguien a quien se lo debo ( a varios, a muchos ) se quedará en el tintero.
Empezamos por el estricto orden que me han ido viniendo a la cabeza:
IMM y Sra: por no hacer otra cosa que darme alegrías este año y haberlas ido compartiendo conmigo. Y por regañarme el otro día.
JPL: por confiar y adelantarme la primicia de otra de las alegrías del año.
JMS: Por ser vos tan grande como sois y tan buena persona. Igual la suya novia. Espero poder ver algún día al niño de Basilea...
JoMS: No llega al nivel de su hermano, aún, pero soportarme casi en solitario cuatro días también es meritorio y digno de encomio, sin duda. Y por más razones, entre ellas, haberme proporcionado la maravilosa frase: esa mujer haría las delicias de JoMS, con lo que ello implica.
LLM: podría decir varios motivos, pero sin duda y por remarcar una, me quedo especialmente con un abrazo de Berlín. Gracias. Y por conseguir que me picara al Brain training hasta conseguir una marca espectacular.
MLB: por haber tirado de mi durante el verano y seguir haciéndolo todavía. Lástima que sigas siendo minoria racial.
CGdR: Por una grandísima frase que me puso en un correo (y no solo eso, no solo eso).
LH: por lo mismo que a su parienta, la verdad, aunque ahora cuando tengo frío me venga a la cabeza por su culpa un cansino "quiero mi gorro".
JJV: por su gran apoyo en momentos malos, por una necesaria conversación hace no demasiado.
ECM: por su blog, su sabiduría infinita y por un café pendiente que tenemos. Y por sus desmarques, como no.
(Odio escribir con siglas, lo prometo)
S: por haber aparecido de la nada desde el sur y haberme echado más de un cable y más de dos.
Ch: incapaz de quedarme con una sola cosa. Pero incapaz. Por todo. Sobre todo por aguantar mis mayores tonterias y alguno de mis más desafortunados momentos.
MASS ( la que fue mi novia, que no se reconocerá en sus siglas ): por diez años irrepetibles y geniales, por no haber desaparecido. Porque aún te recuerdo con una sonrisa, y espero hacerlo siempre.
Y acabo antes, dejando gente que pensaba haber puesto. Sin embargo, habiendo llegado a este punto, me temo que ya he hecho un crescendo tal, que bajar ahora quedaría ridículo. Al resto no mentados, también gracias, que seguro que hay cienes de razones para darlas. Las de algunos las tengo claras, las de otros podrían sorprenderles.
2 comentarios:
Bueno, me has pillado un poco así... pensando y pensando, leyendo y leyendo... ahí va esta pequeña mariconadilla... como no, como casi todo en estos tiempos, de Borges:
"No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites, estaré allí.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte,
a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo impedir que te alejes de mí.
Pero si puedo desearte lo mejor
y esperar a que vuelvas.
No puedo trazarte límites
dentro de los cuales debas actuar,
pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos
cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo
y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo".
En fin, eso, al menos se intenta.
Bien, el cortar y pegar... me he dejado unos renglones...ahí va completo:
"No puedo darte soluciones
para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y buscarlas junto a ti.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites, estaré allí.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte,
a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo impedir que te alejes de mí.
Pero si puedo desearte lo mejor
y esperar a que vuelvas.
No puedo trazarte límites
dentro de los cuales debas actuar,
pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos
cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo
y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo".
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